La difícil tarea de hacer periodismo

La difícil tarea de hacer periodismo

Artículo escrito por Antonio Rodríguez, presidente de la Asociación Española de la Prensa Deportiva, en el suplemento ’15 aniversario’ del diario Granada Hoy publicado el 21 de diciembre de 2018:

Que una empresa del sector periodístico cumpla años en la actualidad es causa de alegría. Si además se trata de un medio de comunicación de prensa escrita los motivos de satisfacción se multiplican. Por eso quiero felicitar a todo el equipo de Granada Hoy por su decimoquinto aniversario, al tiempo que espero que los cumpleaños se prolonguen mucho en el tiempo. Me congratulo especialmente por mis compañeros de profesión, que pueden seguir trabajando y dedicando su vida a este bendito oficio, que está atravesando difíciles momentos, que quizás no supere. Es de suma importancia que se editen al menos dos periódicos en Granada para una necesaria pluralidad. En los periódicos se está viviendo la difícil transición del papel al mundo digital, algo que no puede cambiar la forma de hacer periodismo. Los ciudadanos quieren una buena y completa información, aderezada con la opinión, y para ello son necesarios buenos profesionales. Es fundamental que los periodistas tengan sueldos dignos para que su independencia no se vea alterada. El número de profesionales que en Granada viven exclusivamente de la profesión periodística se ha reducido a menos de la mitad en los últimos años. Con sueldos de entre los 500 y 800 euros por dedicación plena, el periodismo como lo hemos conocido tiende a desaparecer. De las colaboraciones mejor ni hablar, dentro de la tendencia de contratar a autónomos.

La Reforma Laboral del 2012 ha sido devastadora para muchos trabajadores y especialmente dañina y mortal para el sector periodístico. Por un lado perdieron su trabajo muchos profesionales de gran experiencia y por otro los que se han incorporado lo han hecho en muchos casos en condiciones vergonzosamente precarias. Cada vez hay menos periodistas que vivan de su profesión. Si la información se resiente, al final los números tampoco saldrán. A todo esto tampoco ayuda que  aparezcan compañeros capaces de pagar porque los lean, los vean o los escuchen. La radio es un claro ejemplo del daño que se le está haciendo al periodismo.

Actualmente hay 9 licencias de emisoras de radio privadas en la capital y 19 más en la provincia. Entre concesiones y compra-venta de licencias que se otorgan a coste cero, el negocio de las ondas se ha convertido en un oligopolio. Lo grave es que estas 29 concesiones (más de la mitad en manos de un solo grupo) apenas generan 30 puestos de trabajo. Las musicales son repetidores de la cadena nacional y las convencionales van por el mismo camino. La radio local está muriendo, con lo que se cierra la puerta a numerosos profesionales. Casi todas incumplen las condiciones por las que se les otorgaron las licencias. La producción propia del 25 por ciento se la saltan a la torera, con lo que se ha producido una destrucción de puestos de trabajo, dando paso en algún caso a una radio de peloteo político-publicitario. La Junta de Andalucía en breve va a proceder a cerrar las emisoras que emiten sin licencia (unas 60 en Granada). Entre ellas se encuentran algunas puestas en marcha por profesionales del sector, otras manejadas por auténticos piratas de las ondas y alguna suelta de los que tienen concesiones. La situación actual merece un profundo análisis de los gobiernos central y autonómico, porque queda claro que el sistema actualmente empleado no funciona. Que dejen de una vez el método ‘digital’ y pongan en marcha un reparto justo que revitalice el sector, genere trabajo a profesionales del periodismo y la comunicación. La radio, aunque esté en manos privadas debe entenderse como un servicio público, y no como el negocio de avariciosos desalmados.

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